La piel como memoria: texturas y superficies

 

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Su función principal es la adaptación, protección y conexión del individuo con el medio ambiente, que logra a través de la barrera física que constituye. La superficie es la barrera que separa los entornos como medio protector y las texturas, las huellas de memoria que quedan en la piel. La piel permite generar una conexión entre ambos entornos. Se presenta como una ventana del interior del cuerpo hacia el mundo exterior.

Como dice Le Clézio, haber nacido es ser sumergido en un universo estrecho en donde cada detalle es importante y deja sus huellas (LCp.37).  Las texturas de las superficies de las piezas se presentan como una metáfora de estas huellas que se construyeron a partir de sensaciones y experiencias vividas. 

Mi trabajo gira entorno a conceptos como la identidad, la individualidad y el cuerpo. Requiere de tiempo y creatividad, la creación de cada pieza demanda un proceso de investigación y producción característica de su originalidad. Se constituye como un puente que conecta a los recuerdos con sus huellas y así genera un vínculo entre mi interior y el mundo exterior.