“Mira bien con quien te casas,” me decía mi mamá, “porque no sólo te casas con la persona, sino también con su familia.”

Retrato familiar es literalmente una representación de la familia extendida que adquirí cuando me casé.  La familia es una entidad particular, ya que cada una tiene sus características y costumbres.  Adaptarse a este nuevo entorno es extraño y no es fácil.  Retrato familiar fue el resultado del proceso que viví mediante el cual interioricé este cambio.  En una estructura de metal cuelgan calzones en vidrio de todos los miembros de mi nueva familia extendida, tanto del lado de mi esposo, como de mi lado.  Todos están fundidos en vidrio transparente para que no haya mas diferencias que las del estilo y tamaño de cada uno y así poder formar un conjunto unificado como debería de ser aceptada la familia.

 

Las otras piezas que conforman este cuerpo de trabajo surgieron como respuesta a la maternidad y el valor que le asignamos a los niños en nuestro entorno.  Los niños son el futuro, nuestra esperanza, nuestras ganas de vivir.  Utilizo partes del cuerpo de mis hijas y sobrinas en diferentes épocas de la vida con el fin de congelar ese momento en el tiempo que nunca mas se repetirá, la infancia.